lunes, 19 de enero de 2009

MI PRIMERA SEMANA DE CLASES.


 Foto: Darounet

Pienso que una de las cosas que más nos preocupa a las madres de niños especiales o no especiales, es su educación, el ir a la escuela para mis gemelos y para mí ha sido una gran experiencia, desde todos los puntos de vista, positivos y negativos, pues si, en un principio los niños comenzaron yendo a un colegio en nuestro país natal, el cual estaba al tanto del compromiso de Diego y la verdad es que Diego avanzo de una manera increíble el cambio se noto completamente y la verdad es que el disfrutaba muchísimo de su escuela, luego la jornada se vio interrumpida debido a que tuvimos que mudarnos a otro país, un país donde el Ingles es el idioma principal y bueno gracia a Dios que los niños son como esponjas, que pueden absorber todo y la influencia de la televisión y de la escuela ha permitido que ellos entiendan el idioma aun cuando en casa hablamos estrictamente español. El punto es que los niños comenzaron a ir a clases en este nuevo país, y mi esposo y yo decidimos no informarle al colegio sobre la condición de Diego y ¿qué creen? No encontraron nada diferente en el niño, la resistencia al cambio, la carencia de lenguaje, entre otras cosas, les parecía normal para la edad de él en ese entonces 2 años y medio, el hecho es que, en un principio lo dejamos así y todo marchaba de maravillas y así era, tal vez lloro algunas veces, cuando no quería realizar una actividad o cuando pasaban de una actividad a otra, el hecho es que decidimos decirles para que en esas ocasiones cuando Diego no quisiera colaborar, pudieran entender el porqué y supieran como actuar ante cada situación.

Debido a políticas de la empresa donde trabaja mi esposo, a partir de los 3 anos los niños debían estudiar en el colegio designado para los hijos de los trabajadores y bueno, hicimos una evaluación de los pros y los contras del cambio y decidimos cambiarlos de colegio, además era un nuevo reto para Diego y nosotros estamos dispuestos a asumirlo con él.

Comenzamos el colegio con todas nuestras ganas le explique a los niños, que íbamos a un colegio nuevo y que este era muy bonito y habían muchas cosas para jugar, pero bueno aunque ellos ya habían tenido una visita previa para conocer el lugar, el comienzo no fue nada fácil, Antonio que ya habla claramente y puede expresarse me dijo “NO colegio, Where’s my school?” ¿Pueden creerlo? Pero mi Diego adorado con su bella y pasiva personalidad o simplemente no vio la diferencia, llego al nuevo colegio con mucha emoción y con unas ganas inmensas de explorar todo a su alrededor.

Las maestras del nuevo colegio fueron advertidas y documentadas sobre el caso de Diego decidimos hacerlo diferente esta vez ya que el colegio juega un papel importantísimo en el desarrollo del niño y bueno les cuento que no sé si fue una buena idea, asumo que una vez que Diego se dio cuenta de que ese no era solo un lugar para jugar sino que ese era su nuevo colegio durante una semana manifestó su inconformidad con gritos y rabietas, cada vez que la maestra quería integrarlo a una actividad el comenzaba a gritar y a lanzarse al piso en protesta supongo por ese gran cambio y sin tener en donde refugiarse, ya que ni siquiera conocía  a ninguna de las maestras, el hecho es que ante este comportamiento mi hijo fue etiquetado y todo fue atribuido a su condición e inmediatamente fuimos llamados a una reunión, saben no me molesta en lo absoluto el hecho de convocar la reunión sino que esa determinación de que Diego tenía un comportamiento inaceptable y que interrumpía la jornada de otros niños, además no querían que otros niños lo imitaran y que si el niño no se comportaba, teníamos que buscar otras alternativas, nos quedamos atónitos y nos dimos cuenta que detrás de esa palabrería simplemente había inexperiencia y nerviosismo, por parte de ellos, estábamos experimentando la etiqueta y sus consecuencias, porque no es posible que con una semana de clases ya se estaba hablando de esa forma, sabiendo que para todo niño los cambios son fuertes inclusive pera los niño “Normales”, pero la maestra encargada del grupo donde esta Diego manifestó que ese día el niño se había comportado mejor y no había gritado, que ella pensaba que había que darle un poco de tiempo y la reunión tomo otro rumbo. Se fijaron tres objetivos para el primer trimestre:

1.    Que el niño se siente tranquilo en el círculo por lo menos 5 minutos, a la hora de cantar y la lectura de historias.
2.    Que coma debidamente con tenedor y cuchara y que no use sus manos.
3.    Que no gritara ni se lanzara al piso en señal de protesta.

Más que unos objetivos me parecieron advertencias y les digo si su maestra no lo hubiese defendido y aceptado lo hubiese sacado de ese colegio inmediatamente, porque realmente lo que el director y la coordinadora piensen me tiene sin cuidado ya que ellos no van a influir de ninguna manera en el mejoramiento y desarrollo de mis hijos o por lo menos no directamente, y lo otro que en lo personal me motivo a dejarlo que es Diego les dará una lección que nunca olvidaran y les hará ver su error, ya que, yo con los pies sobre la tierra y sabiendo de lo que es capaz de lograr mi hijo, estoy totalmente segura de que lograra todos los objetivos. Para su segunda semana de clases Diego ya ha logrado permanecer sentado en el circulo por 5 minutos y en otros días un poco mas de ese tiempo, utiliza la mayorías de la veces el tenedor y la cucharilla, algunas veces come directamente con sus manos pero cuando se le recuerda, toma inmediatamente el tenedor, los gritos han bajado de intensidad y las rabietas las ha cambiado por un llanto considerado “Normal”.

En mi próxima publicación les hablare de las acciones que tomamos para ayudar a Diego a cambiar su conducta tan rápido y con tanta efectividad.

Amigos les invito a creer en sus hijos, a darles un voto de confianza y tratar de entenderlos lo mas que puedan, sé que es difícil, enfrentar un problema como este en la escuela, nos invaden los miedos, la incertidumbre de lo que va a suceder, la pregunta que nunca falla ¿Lo lograra o no?, por supuesto que lo lograra, ese debe ser siempre tu actitud hacia cada situación, jamás lo veas como un problema, míralo como un reto, y acompaña a tu hijo durante todo el camino, pues, ¿No es eso lo que hacemos los padres? No etiquetes a tu hijo como lo suele hacer esta sociedad tan egoísta y de paso desinformada. Solo tú conoces a tu hijo y sabes de lo que es capaz de hacer, jamás dudes de él, ante cada reto ten la certeza de que realmente es importante para tu hijo y para tu familia, no por el simple hecho de darle gusto a alguien más, y el día que no logre alguno de los objetivos planteados, no te des por vencida (o), sigue intentándolo o cámbialo por uno con menos dificultad, recuerda que el mundo es cambiante y por ende las situaciones que enfrentamos a diario, así que “JAMAS DESMAYES

1 comentario:

carlos jimenez dijo...

Magnifica leccion ya estan dando ustedes como padres a muchos otros !! que aun teniendo hijos "normales" no los acompañan en las etapas de la vida, de mi parte diego tiene mi voto de confianza y aliento, y para ustedes muchas gracias... yo aun no soy Dad, daddy, Papá etc pero esa lectura inspira a ser cada dia mas y mejor papa mas y mejor guia para nuestros hijos.... ah lo olvida saludos de la isla de margarita de parte de CARLOS JIMENEZ

Publicar un comentario